LA VIDA NO SE MIDE POR LAS VECES QUE RESPIRAS, SINO POR AQUELLOS MOMENTOS QUE TE DEJAN SIN ALIENTO.

PIERDE EL MIEDO, DA UN PASO ADELANTE...

viernes, 15 de febrero de 2008

VIERNES, 15-02-08 (FLORENCIA BAJO LA LLUVIA)

En fin, cualquier día de estos, cuando sea capaz de dejar de darle vueltas a lo que últimamente no me deja en paz, me pondré y os contaré de mi viajecito a Florencia. Han sido casi tres días geniales, redescubriendo los sitios que recordaba levemente y encontrado otros nuevos que no salían en las guías. Realmente, me habría quedado allí, esa ciudad me tiene el corazón robado...

Os adelanto una foto con el Ponte Vecchio al fondo, salgo yo pero ni por esas se estropea la imagen. Os cuento otro día, vale?
Besotes a todos y todas.
Mjo
P.S. Como veis, he sobrevivido a otro San Valentín y eso que ha sido terrible, terrible, terrible. De eso también hablaré otro día. Hoy es viernes, me voy al Memorial Toni Soler y no tengo ganas de ponerme triste por más de cinco minutos.

miércoles, 13 de febrero de 2008

MARTES, 12-02-08 (Un año más, a solas conmigo!)




Un año más y estamos a doce de febrero. Novios en el horizonte? Déjame pensar... Cero. Igual que el año pasado, el anterior y otro y el de más atrás; y así sucesivamente, hasta perder la cuenta. La verdad es que una se disfraza de indiferencia ante ese día pero en el fondo me encantaría que alguien me mandara un enorme ramo de flores, que me llevara a cenar a un restaurante romántico, donde me cogería de las manos después de compartir un postre de chocolate y me diría, mirándome a los ojos, "nena, no puedo vivir sin ti, te quiero". Bueno, eliminemos lo de "nena" y dejemos el resto, ¿qué os parece?

Nunca he pasado un San Valentín en pareja y un año incluso rompí con él unos días antes. Claro que Xavi era un capullo pero no quita que la sensación de soledad de ese día fuera enorme. Parece que hay ciertas cosas a las que una no acaba de acostumbrarse y, para mí, el día de los enamorados sin un enamorado que echarse al cuello es una de ellas.

En estos días parece que una es más consciente de las parejas que pasan por su lado, cogiditos de la mano como si tuvieran miedo a perderse, y no puedes evitar sentir cierta envidia que en los 364 (365 si, como este 2008, te toca un bisiesto) días restantes del año no sientes. Escuchas sus besos en el metro, les ves mirándose arrobados mientras esperan que el semáforo les de paso, sientes que te excluyen del mundo porque ¡horror entre horrores! estás sola y no parece que vayas a dejar de estarlo en un futuro próximo. Les odio, lamento profundamente tener que decirlo pero en San Valentín odio a todos los enamorados, sin excepción ninguna. No me preocupa demasiado; es un sentimiento que va como la luna con un ciclo de quince días: crece y crece antes de y va menguando después de. Luego todo vuelve a la normalidad y, en algún rincóncillo de tu corazón y hasta de tu mente, vuelves a encender una pequeñita lama de esperanza. Quizás el año que viene, es posible que el próximo febrero...

Me revienta que comentes esto con cualquiera que pertenezca al universo de los enamorados. Te miran con un deje de pena que todavía te envenena más el corazón y, al final, acabas preguntándote si el problema no será tuyo en vez de ellos (que es lo que generalmente te preguntan por qué no tienes novio pasados los treinta). No soy tan mala persona; después de un proceso larguísimo de conocerme a mí misma, he llegado a la conclusión de que no sobresalgo de la media pero tampoco me caigo en el abismo de la mediocridad. Soy medianamente inteligente, ocurrente, divertida, me encanta conversar de cosas absurdas y también de cosas serias (me encanta la política), tengo amigas desde hace años y si me aguantan será por algo... Y lo mismo pasa con ellas. Alguna es excepcionalmente inteligente, culta hasta la extenuación y somos capaces de pasarlo bomba cenando en la intimidad de una casa o en medio de una macro-disco. Así pues ¿qué es lo que nos pasa? La época de las top-models pasó a la historia, creo que a los chicos les interesan más las mujeres reales y eso me lleva a preguntarme si no habremos llegado tarde a todos los momentos de la vida. Debimos aprender a querernos mucho antes y ahora deberemos aprender a no lamentarnos por el tiempo perdido y aprovechar el presente. Al fin y al cabo, todos los momentos son un regalo que no apreciamos lo suficiente. Nadie puede decirnos cuándo acabará todo.

Pero ya me he ido por las ramas. Lo que yo quería explicar es que hay ciertas épocas del año que nos hacen vernos como seres a medias simplemente porque no hay otra persona que, a ojos de los demás, nos complemente. No creo en las medias naranjas, ni en las almas gemelas ni en nada de eso. Creo en... lo cierto es que no sé en qué creo. A estas alturas de mi vida, cuando me he independizado porque porque mi sueldo ahora si me lo medio permite, me doy cuenta de que no sé en qué creo en realidad. Creo en mí, o al menos me lo parece, y en las personas que tengo alrededor. Creo que sólo consigues lo que quieres si realmente luchas por ello y esto sí que es de juzgado de guardia. Si el que la sigue la consigue en casi cualquier aspecto de la vida ¿por qué es tan difícil que se cumpla cuando hablamos de amor?

En fin, lo que me pasa es que estoy otro año pensando en alguien con quien me gustaría pasar ese día especial y, por algún extraño movimiento de los planetas, vuelvo a sentir que no voy a ninguna parte con él. Una de dos: o dejo de escuchar fragmentos de conversaciones y las convierto en toda una historia de amor frustrado o voy al psicólogo para que me quite esta paranoia que me entra cada vez que oigo una frase de la que no sé el significado. Esto es de locos!!!! Dani estaba hoy hablando con su hermano y he pillado algo así como "es tan insegura..." que podría tener que ver con mil cosas y con ninguna en especial, pero claro, yo ya me he hecho mi película y como siempre, pierdo, pierdo y pierdo. Si además le sumas que este fin de semana es el Memorial, que me voy los dos días a verlo con Trix, Rafa y quizás Noe, y que después de preguntarle si iba a ir, él me ha dicho que no lo sabía porque quizás se iba a Elche (maldito pueblo, creo que empiezo a odiarlo!!!), ya está la tragedia servida. Lo curioso del caso es que estoy controlándolo bien, medianamente bien. Durante algunos momentos he sentido que me ahogaba pero más o menos... Bueno, eso. A ver mañana, a ver qué pasa o qué no pasa, qué escucho, qué invento y qué nueva tontería se me ocurre. A veces, me mandaría bien lejos de mí misma! Qué cruz...

Mjo