El 28 de agosto de 1963, Martin Luther King pronunció estas palabras desde el monumento a Lincoln en Washington, ante más de 250000 personas: "Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales. Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad. Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia. Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter." El 4 de abril de 1968 King fue asesinado en Memphis (Tennessee), convirtiendose en un símbolo de la lucha por la igualdad entre razas y por los derechos civiles en USA. Hoy, casi 45 años después de que esas palabras se lanzaran al mundo, Barak Hussein Obama ha jurado su cargo como Presidente de EE.UU., cerrando un episodio negro de la historia de ese país y abriendo un periodo de esperanzas que alcanza al mundo entero. Recibe un país con la peor imagen internacional de los últimos tiempos, que sufre una crisis financiera y de valores similar a la que corre por el resto del mundo, y carga en la espalda la ilusión de millones de personas que acudieron a las urnas en noviembre pidiendo un cambio, al grito de "Yes, we can"... Y pudieron, pudieron decidir que su próximo presidente sería un hombre negro cuyos orígenes familiares están en Kenya. Como él mismo ha dicho durante su discurso, su padre hace sesenta años ni siquiera habría podido entrar en un restaurante...
Es difícil explicar lo que se ha debido sentir hoy delante del Capitolio, sobre todo cuando lo has visto a través de internet y con cortes de señal, pero sí que puedo hablar de las sensaciones que se transmitían desde el otro lado del mundo. Fe, esperanza, ilusión, ganas de trabajar para convertir los sueños en realidad, alegría, alivio... Cuando Obama ha aparecido por la puerta antes de jurar el cargo, mientras la gente gritaba su nombre a los cuatro vientos, he sentido un escalofrío de emoción y casi se me han saltado las lágrimas. Pase lo que pase, el de hoy ha sido un día que pasara a la historia de la humanidad; de alguna manera, Obama pertenece al mundo entero y no sólo al país que deberá gobernar. Nos decepcionará tarde o temprano, es imposible que todo lo que ha prometido pueda cumplirlo y más teniendo en cuenta los tiempos que corren. Será observado con lupa por todos, pendientes de sus aciertos y errores, de sus palabras y gestos. Y aún así, creo que saldrá airoso de casi todas las batallas porque cuenta con el respaldo de todos, incluso aquellos que no dependerán de sus decisiones directas. Hay que darle tiempo, no bastan cien días; para arreglar el desaguisado de esta tierra, hacen falta muchos días y muchas ganas de trabajar duro.Good luck, mister Obama!
Mjo
P.S. Si alguien está interesado en leer el discurso del Dr. King, del que he puesto un trozo pequeñito, puede encontrarlo en esta página: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_3188000/3188123.stm. Y si quieres leer el discurso de investidura de Obama, aquí puedes hacerlo: http://www.cadenaser.com/internacional/articulo/texto-completo-discurso-toma-posesion/serpro/20090120csrcsrint_9/Tes
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