LA VIDA NO SE MIDE POR LAS VECES QUE RESPIRAS, SINO POR AQUELLOS MOMENTOS QUE TE DEJAN SIN ALIENTO.

PIERDE EL MIEDO, DA UN PASO ADELANTE...

viernes, 14 de diciembre de 2007

JUEVES, 13-12-07 (Un café y muchas sonrisas)


Tengo la teoría de que las cosas que mejor salen son las que no se planean. Al menos, esa es mi experiencia personal y hoy he vuelto a reafirmarla. Después del planchón de la semana pasada, y siendo consciente que yo también tuve parte de culpa por verlo todo más que negro, las cosas han ido volviendo poco a poco a la normalidad. Sólo fue necesario que llegara el lunes y pasara algunas horas en la tienda para sentir de nuevo que lo que siento es más fuerte que yo. Y no hay mucho que yo pueda hacer... porque no puedo enviarle de misión diplomática a vencerle motos a los esquimales, ¿verdad? Con el problema del cambio climático, que está ahí aunque algunos se empeñen en ignorarlo o disminuir su importancia, eso sería una locura.

Así ha ido pasando la semana, con conversaciones sin demasiada profundidad sobre el trabajo, qué va a hacer estas Navidades (se va a Bellver a pasar todas las fiestas con un grupo de amigos) y poca cosa más. Hasta hoy... más concretamente hasta este mediodía. Como casi cada día últimamente, he ido a comer con Pepi al italiano. Davide sigue estando encantador pero de alguna manera parece que ha perdido parte de su efecto en mí. Lo siento Noe, ya sé que tú quieres que me centre en él pero hija, es que no me sale! Dani y Jordi se han quedado montando motos en el almacen, igual que hacen en las últimas semanas. Después de comer, he vuelto a la tienda y me he sentado delante del ordenador sin molestarme en encender las luces. Al cabo de unos cinco o diez minutos, Dani ha entrado y por lo visto no se ha dado cuenta de que estaba yo allí. Le he saludado... Bueno, os voy a reproducir cómo ha ido la conversación más o menos:

YO: Hola!
EL: Hombre!!! Qué haces aquí?
YO: Intentando no dormirme... (y era cierto; después de comer me entra una modorra...)
EL: Haces bien... Por qué no te vienes y te tomas un café mientras nosotros comemos?
YO: (dudando durante un segundo porque acababa de tomarme uno) Pues mira, no te digo que no.
EL: Vale, pues vamos tirando y te esperamos allí. No cierro con llave ni nada...
YO: (al borde del ataque de nervios, claro!) Ok, ahora voy.


Se ha ido, yo he enviado uno o dos mailes histéricos, he ido al lavabo y me he largado de allí respirando hondo, rogando en lo más profundo que no me entrara la histeria ni lo estropeara todo. He llegado al bar, estaban sentados, metidos en la terrible faena de dar cuenta de dos bocatas de lomo con queso (o algo así, yo qué sé!) y me he sentado al lado de Dani como si fuera la cosa más natural del mundo. No quisiera faltar a la verdad, quizás sería necesario que un espectador ajeno lo certificara, pero creo que ha ido todo sobre ruedas. Jordi es un tío encantador y sobre Dani no voy a decir nada que no haya dicho ya. Hemos hablado, hemos hecho bromas... No sé, me sentía cómoda, tan diferente a la semana pasada que casi cuesta creer que sea cierto. A la hora de irnos, ellos han pagado, Dani no me ha dejado pagar mi café, y hemos acompañado a Jordi hasta la puerta del taller. Y justo entonces, cuando ya nos despedíamos, he creído (leer bien: CREÍDO) ver que Jordi le echaba una mirada a Dani como si le quisiera decir algo sin que yo me enterara. Es difícil explicarlo sin el gesto, espero que lo entendais. Ha sido como si le dijera "venga, que os vais los dos" o una cosa por el estilo. Repito: he creído verlo, quizás no sea verdad, pero...

Y la tarde que ha seguido ya ha sido la guinda de mi particular pastel. Oscar estaba en una reunión de fábrica y ha venido casi a las siete. Como mañana tenemos visita de alguien que también viene de fábrica a controlar vaya usted a saber el qué, había que poner la tienda un poco en condiciones. Ya os he dicho que cuando estamos solos, el ambiente es totalmente distinto, pero es que esta tarde ha sido increíble. Sonrisas a diestro y siniestro, comentarios, bromitas... Cuando ha acabado de colocar una SH de cada color que hay en el mercado, me pregunta qué me parece y le digo "hombre, la marrón habría que ponerla al principio o al final de la fila; todas con el asiento gris y esa en medio, con el marrón ese, queda como un pegote...". Me contesta, con cara de cachondeo: "y me lo dices ahora?", y acto y seguido empieza a moverlas todas para dejarlas como yo le había dicho. Ese detalle tan idiota y sin sentido para casi todo el mundo, a mí me ha encantado!!!!! Y ha seguido con la misma tónica. Me costaba creer que realmente estuviera pasando eso, que en realidad es nada pero para mí es mucho!!!! Luego, cuando Oscar ha vuelto, han estado repasando cómo estaban las cosas, han llegado a la hilera de las SH y creo que le ha hecho un comentario sobre la marrón. He oído que Dani le decía que primero las había puesto de una manera y que alguien le había dicho que mejor las cambiaba para que quedaran mejor, he levantado la vista de la pantalla del ordenador y me estaba mirando. La sonrisa que me ha lanzado ha sido... bueno, creo que me he puesto como un tomate mientras dentro de mí sentía todo el calor del mundo! Para seguirle la broma, he hecho como si me escondiera detrás de una factura y él me ha dicho "No te escondas, no!" y ha sido casi casi perfecto.

Puesto sobre papel, en palabras, suena distinto pero lo que yo he sentido ha sido... fantástico, casi mágico por inesperado, sorprendente! Sé que los que leais esto y me conozcais, pensareis que estoy como una cabra, que no veo más que lo que quiero ver pero no es así. Son tan pocas las alegrías que te da la vida, y hoy no ha sido precisamente un día maravilloso (hasta ese momento "café"), que me da igual todo. Lo guardo en un rinconcito de mi memoria, ha sido divertido, me ha sentado bien, y eso es lo que en el fondo importa. Ya vendrán tiempos peores, pero hasta entonces ¡disfrutaré del momento!
Mjo

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