LA VIDA NO SE MIDE POR LAS VECES QUE RESPIRAS, SINO POR AQUELLOS MOMENTOS QUE TE DEJAN SIN ALIENTO.

PIERDE EL MIEDO, DA UN PASO ADELANTE...

jueves, 11 de diciembre de 2008

JUEVES, 11-12-08 (Jo sóc la meva dona ... Dos, mejor que una!)


Si me gustó la primera, le segunda me ha parecido todavía mejor. Sigue dejándome asombrada la capacidad de cambiar las voces, las actitudes, la expresión de la cara y el cuerpo, que sea ahora ella y un instante después él, que vaya de un lado a otro casi sin respiro y de vez en cuando se pare y respire. Me ha encantado ver las cosas que no forman parte del guión (el sábado se cayó una caja, hoy no) y que se incluyen en la obra como si siempre hubieran estado ahí, algo que nunca hubiera sabido si no hubiera vuelto hoy. ¿Qué cambiará mañana? Y qué pasará cuando el domingo caiga el telón y se acabe... No sé por qué he vuelto. La idea me pasó por la cabeza y me puse a mirar horarios por pura casualidad. Antes de darme cuenta, había recibido el "ok" de la compra por internet y me estaba preguntando por qué, igual que ahora.

¿La historia? Es real; esa mujer existió en un tiempo y un lugar no tan lejano pero parece recién salida de una dimensión paralela, donde lo absurdo y lo cotidiano andan cogidos de la mano, riéndose por los rincones del aburrimiento y la rutina.

¿El texto? La manera de contarlo no da respiro, no tienes tregua; te lleva de un lado a otro, te lanza atrás en el tiempo y después, de un empujón, te devuelve al presente con una sonrisa o una punzada directa al corazón.

¿El personaje? Charlotte te conquista a golpe de afecto, con su inocencia y su picardía. Te atrapa como una araña en sus hilos y cuando te suelta todavía querrías saber más. Dan ganas de raspar la superficie con una uña y ver qué esconde de verdad y cuántas capas de fantasía la ocultan de la soledad, la falsedad y la maldad ajena.

¿El escenario, la oscuridad del teatro, las risas que a veces suenan a destiempo y que dan ganas de gritar, el silencio complice, el nudo en la garganta? ¿O él?

Al fin y al cabo, es él quien provoca todo y más. Siempre que he ido al teatro a ver una obra, en el escenario se ha movido un montón de gente, actores y actrices que daban vida a los personajes con más o menos acierto. Pero nunca había visto a un solo actor apoderándose del espacio, de una historia, y darle forma para ponerla a los pies de su público. No tengo ni idea del proceso que se sigue. No sé de qué manera llega la historia al actor, quién elige a quién (¿tú a Charlotte o ella a tí?), cómo se funden en una misma personas y que queda cuando los aplausos se acaban y te quitas el disfraz para volver a ser quien quiera que seas. ¿Es como cambiar de piel, duele, cuesta? ¿Se queda contigo o desaparece con el maquillaje y la peluca? ¿Dónde empiezas tú y acaban ellos?

Soy demasiado curiosa, quisiera saberlo todo porque la primera vez que vi una obra de teatro "de verdad", salí diciendo "esto es lo que quiero hacer, esto es lo que quiero ser y lo voy a intentar!". Luego me dí de morros con la realidad y descubrí que a)tengo pánico a que la gente me mire y b)en casa hacía más falta alguien que trabajara que una futura actriz fracasada... y ahí se acabó el sueño. Lo más gracioso es que me he pasado la vida actuando para todo el mundo y lo he hecho tan bien que casi todos dicen de mí "siempre eres tan feliz...". Deberían darme un Oscar honorífico, un Max, varios Tony's y algún que otro Goya. He hecho del disimulo un arte y cuando todo eso se acaba, siempre quedo yo. Sólo yo, a solas conmigo. A veces me gustaría desaparecer un rato y ser otra persona, vivir otras vidas, amar y odiar, morir y vivir de una forma distinta, y al final del día recuperarme entera, sin rastros, casi nueva. En fin, ya me voy por las ramas...

Gracias, Joel, por "presentarme" a Charlotte y hacerme pasar dos ratos inmejorables. Habrá que seguirte...

Mjo

No hay comentarios: