LA VIDA NO SE MIDE POR LAS VECES QUE RESPIRAS, SINO POR AQUELLOS MOMENTOS QUE TE DEJAN SIN ALIENTO.

PIERDE EL MIEDO, DA UN PASO ADELANTE...

martes, 13 de noviembre de 2007

LUNES, 12-11-07 (De vuelta a la realidad)

Vaya, no tengo grabado el último blog que puse y no recuerdo qué conté! Sé que expliqué un poco lo que había sido el fin de semana en Cheste y algo sobre Dani pero el qué... no me acuerdo. Jolín, menuda memoria la mía. En fin, borrón y cuenta nueva que para eso se han acabado las vacaciones. Tanto tiempo esperando ¡y todo se ha acabado casi antes de empezar! Si me empeño, puedo fingir perfectamente que todavía estoy esperando que lleguen esos días aunque para qué voy a hacer tan inútil esfuerzo: bastaría con abrir los ojos para descubrir que llegaron, se fueron y casi casi se han olvidado. Casi, no hay que pasarse! Tan sólo tengo que mirar las fotos para revivirlo otra vez, así que ¿qué tal si empezamos otra vez con la rutina?


Supongo que conté que a Dani le envié un mail deseándole suerte en el examen y que no me respondió. Eso me ha fastidiado mucho, sigo sin concebir que alguien pase de contestar un mail o un mensaje de móvil cuando sólo se envía para saber qué tal le van las cosas. No lo soporto!!!! Y entre eso y que no dió señales de vida en los días que estuvimos en Cheste ni en la semana que estuve de vacaciones (vale, sólo fueron siete días, no hay que exagerar!) es fácil imaginarse que mis sentimientos hacia él se habían enfriado un poco bastante. Si tengo que ser sincera, una parte de mí no quería verle aunque la otra tenía ganas de saber cómo reaccionaría yo y, claro está, él. Sin embargo, levantarme esta mañana y ver el cielo gris y que el día era frío no me ha ayudado demasiado. Apetecía poco moverse de la cama pero ¡oh terrible destino del currante! Hay que volver a ponerse en marcha por mucho que nos cueste. Debo decir que mi frialdad no ha sido fingida en ningún momento pero tampoco voy a decir que me ha durado todo el día porque con él es imposible. Que te pregunte qué tal han ido las vacaciones, que te cuente que ha estado enfermo con fiebre durante dos o tres días, que me explique que ha vuelto a suspender el examen porque en cuanto dudó en la primera pregunta se puso nervioso y ya no pudo volver a concentrarse, que te sonría, que te mire con ironía cuando algo le choca... En fin, que sea como es siempre es algo que me puede. ¡Y lo odio! Si además alguien le dice que se anime porque ya me falta poco para volver y él conteste "sí, menos mal", aunque sea únicamente para aliviar el trabajo, es más de lo que quiero escuchar. En mi murito se abre una pequeña grieta...
Y sin embargo, tampoco he sentido todo lo que yo esperaba. Ni siquiera me he acelerado laboralmente, me he tomado las cosas con tanta calma que casi me ha asustado. Lo que pueda hacer, lo haré. A lo que no llegue, pues ya llegaré otro día. Así que las horas se me han ido metida en mis cosas, sin demasiado tiempo para pensar en Dani, en sus reacciones o en la ausencia de ellas, en mis reacciones o en la falta total de sensaciones buenas o malas. Es como una espiral, vas andando en círculos pero no tienes muy claro si hay un final o no; sólo sientes que el espacio se va estrechando hasta que llegas a un punto donde ni siquiera puedes abrir los brazos y tienes que caminar de lado para poder respirar. Uf, ya estoy desvariando! Ya tardaba, ¿no me habeis echado de menos?


Y por otro lado está el tema del que ya os dejé una leve pista, que eso sí que lo recuerdo: Nacho. Le conocí el jueves en el circuito, me pareció una persona encantadora y fue muy amable con nosotros al enseñarnos los boxes y dejarnos entrar, al menos por un ratito, en ese mundo del motociclismo de competición. Yo, de buena gana, me habría quedado allí durante todo el día! Lo que ocurre es que me gustó, me cayó bien y creo que su comportamiento no fue fingido, no creo que se portara así por quedar bien. Naturalmente, sigo teniendo su teléfono y no voy a decir que no he pensado en enviarle algún mensaje o llamarle a ver qué tal le ha ido, pero me da un poco de cosilla. ¿Y si piensa que sólo soy una plomo que intenta congraciarse con él por ser quién es y por tener acceso a ese mundo que me apasiona? No es así, de verdad que no, aunque no se puede negar que es otro aliciente. Supongo que tengo que dejar que las cosas vayan poco a poco, sé que se suele pasar por Taulé a menudo, al menos por taller, y que todo quedaría mejor si me encontrara con él casualmente. No sé, sería menos forzado si pudieramos hablar cara a cara, ver su expresión. Ay, no sé! Estoy hecha un lío, ya no sé qué quiero...

Y si a eso le añades que esta mañana he vuelto a encontrarme a Juanma en el taller, que parece que se ha alegrado mucho muchísimo de verme, que me ha soltado una de sus enigmáticas frases que no hay quién entienda (dudo que él mismo lo entienda!) y que ha vuelto a decirme que tenemos que quedar a comer un día... Vamos, ya tengo todos los ingredientes para mi pastel de confusión. No quiero ni debo volver a caer en la tentación de Juanma pero... no puedo evitar pensar en lo bien que me lo pasaba cuando estábamos juntos, si es que "juntos" estuvimos alguna vez. Quizás la expresión más acertada sea "juntos y revueltos", los dos y la mitad de la población femenina de Barcelona, y eso es lo que no tengo que perder de vista. Algo así, aunque apetecible carnalmente hablando, es cualquier cosa menos deseable.

Nada, que he vuelto de vacaciones con el mismo equipaje emocional que me fui y algún ingrediente más con el que no contaba. Para nada, en absoluto, de ninguna manera!

Mjo

No hay comentarios: