LA VIDA NO SE MIDE POR LAS VECES QUE RESPIRAS, SINO POR AQUELLOS MOMENTOS QUE TE DEJAN SIN ALIENTO.

PIERDE EL MIEDO, DA UN PASO ADELANTE...

miércoles, 1 de agosto de 2007

LUNES, 30-JULIO-2007 (La ausencia, capítulo 1)

Vale, he empezado varias veces a escribir y todo lo que se reflejaba en la pantalla me ha parecido patético y repetitivo, así que lo he borrado una y otra vez. No quiero hablar de él y, sin embargo, suya es la ausencia que he notado en casi cada momento del día. Si a eso le sumas que los clientes llaman y preguntan por él, pues ya me dirás si se puede olvidar que durante las tres próximas semanas no le voy a ver. Me enfado conmigo misma cuando pienso que todo lo que me había propuesto (es decir, no pensar en él continuamente y tratar de no echarle de menos) se ha ido a hacer puñetas a los cinco minutos de entrar en la tienda. Cómo es posible que una persona llene tanto un espacio!!!! Estoy sentada en su mesa, para evitar que los clientes den la lata a la pobre Silvia (que en cuestión de motos sabe tanto como yo de física cuantica) y en la pantalla de su ordenador sale la foto que tanto me gustó de la salida que hicieron con las motos. Sé que sólo tengo que abrir un icono de la pantalla para ver las fotos de esos días (por cierto, lleva el número cinco) y confieso avergonzada que he tenido ganas de verlas y que hasta he cedido a la tentación en una ocasión pero he cerrado la ventana antes de que alguien me pillara.

Soy consciente de que ha sido el primer día y por eso ha resultado un poco más difícil de lo que pensaba, pero conforme pase el tiempo será más fácil y si en vez de tres semanas fueran tres meses, seguro que empezaba a olvidarle. Ya que el tiempo es limitado, debo aprovecharlo para analizar mis sentimientos, tratar de averiguar si es real o sólo un ataque de primaveritis aguda que se pasará en cuanto aprete el frío. Si la respuesta es que sí, que siento algo real hacia él, entonces deberé plantearme la posibilidad de consumirme en la distancia o, por una vez, agarrar el toro por los cuernos (frase que me han repetido mis amigas unos dos millones de veces en las últimas semanas) y tirarme al río, a ver si consigo sobrevivir a la corriente si él no siente nada por mí o, por el contrario, salir a flote en medio de una nube si resulta que sí, que le intereso algo más que por ser su compañera de trabajo; una compañera que ha sido capaz de cambiar una semana de vacaciones (con la falta que me hacen!) por estar casi a solas con él durante cinco días...

Y si resulta que es un subidón de líbido desatada... Pues a ver qué hago, porque entonces sí que no creo que valga la pena mover un dedo. A pesar de todos los pesares, de las vueltas que le doy yo y le dan las niñas al tema, no puedo perder de vista que trabajamos juntos, que pasamos ocho horas y media en un espacio limitado y que, pase lo que pase, estropear el ambiente laboral es lo último que deseo. Ay, conoceis a alguien más capaz que una servidora de meterse en líos de dimensiones apocalípticas sin la ayuda de nadie? Lo dudo, apañado estaba el mundo con algunos más como yo; en tres días lo desmontábamos!!!!

Me viene a la memoria un capítulo de Anatomía de Grey en el que Alex y Addison están tonteando hasta que la doctora se lanza encima del becario, le arrastra a un cuartucho de limpieza (qué típico!) y le pega un revolcón de mucho cuidado... Por un momento, mi cabeza cambió a los personajes y no hace falta que diga quién fue quién. Pensé "eso tendría que hacer yo, agarrarle, meterle en el despacho y besarle hasta que se quede sin aliento" pero... Eso es una serie de televisión y ésto es el mundo real. O al menos, eso me han dicho! Jamás tendré las narices de hacer algo parecido, teniendo en cuenta que decirle que vuelva de las vacaciones me costó una semana de concentración y una sequedad bucal nada envidiable!!!! Ay, Señor...
A dormir, me voy a dormir a ver si esta noche consigo no escuchar en la radio que dan las doce, la una y las dos (como aquella canción de Sabina), porque ayer fue un infierno meterse en la cama. Hacía tanta calor que no dejaba de sudar. Me duché antes de acostarme, me quedé en bragas intentando no tener tanta calor pero fue inútil. Este verano había sido relativamente fresco, alguna noche incluso me he tenido que tapar con la sábana pero parece que ahora sí que se están dejando caer las temperaturas altas. No es que sean fuera de la media, es que nos habíamos acostumbrado a unos grados lógicos y estos bofetones meteorológicos nos han pillado casi por sorpresa!!!!

En fin, pequeñuelos míos, bona nit y soñad con los angelitos. Yo, por mi parte, intentaré no soñar con él esta noche. Y de paso, intentaré no tener pesadillas porque recuerdo que me he despertado muy asustada porque soñaba que mi hermana me iba a contar una historia de terror que ya antes de saber de qué iba me ponía los pelos de punta. No he abierto los ojos a pesar de estar despierta y mi mente no dejaba de dar vueltas alrededor del momento en que le pedía a mi hermana que no me lo contara. Al final, me he dormido y he cambiado el sueño y aunque no recuerdo de qué iba, sí que sé que salía él. Por Dios, es que ni cuando duermo dejo a un lado mis obsesiones!!!!! Ay...

Mjo

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